JERUSALÉN (AP) — Miles de israelíes liderados por al menos siete ministros del gobierno marcharon el lunes a un asentamiento evacuado en Cisjordania, en un desafiante indicio de que el gobierno más conservador en la historia de Israel está decidido a acelerar la construcción de asentamientos en territorio ocupado pese a la oposición internacional.
La marcha también amenazaba con agravar la tensión disparada tras días de violencia en torno a un disputado lugar de culto en Jerusalén. En un nuevo episodio violento, tropas israelíes mataron a un chico de 15 años durante una redada militar en la ocupada Cisjordania.
Las autoridades desplegaron miles de policías y militares al norte de Cisjordania, escenario de frecuentes choques en los últimos meses, para asegurar la marcha tras días de altercados en Jerusalén y en el frente norte y sur de Israel que han acompañado al solapamiento de importantes feriados judíos y musulmanes.
La marcha a Eviatar, un asentamiento no autorizado en el norte de Cisjordania, que fue evacuado por el gobierno israelí en 2021, estaba liderada por colonos judíos ultranacionalistas. Los organizadores pedían la rehabilitación y legalización del puesto avanzado.
Daniella Weiss, una líder de colonos, dijo a la radio pública Kan que la participación de ministros en la marcha podría ser una “terapia para el gobierno para liberarse de los dictados de Estados Unidos y Europa” en relación al asentamiento.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lidera el gobierno más religioso y ultranacionalista en la historia de Israel. Varios miembros de su gobierno, como el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, y el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir -dos colonos de Cisjordania- y al menos 20 miembros de la Knesset participaban en la marcha.
En declaraciones en la marcha, Ben-Gvir dijo que “estamos aquí para decir que la nación israelí es fuerte” y que “estamos aquí y seguiremos aquí”.
Oficialmente, el ejército prohibió las visitas a Eviatar tras la evacuación. Pero ese veto se ha aplicado de forma laxa en los últimos meses. El teniente coronel Richard Hecht, vocero del ejército israelí, dijo que el ejército había autorizado la marcha del lunes y que estaría “muy monitoreada y muy protegida”.
La tensión entre Israel y los palestinos se ha disparado tras una redada policial la semana pasada en el recinto de la Mezquita de Al Aqsa, en Jerusalén, durante el mes sagrado islámico del Ramadán.
El ejército israelí, mientras tanto, dijo que sus tropas operaban en el campamento de refugiados de Aqabat Jaber, junto a Jericó. Mohammed Balhan, de 15 años, murió por fuego de los soldados, según el Ministerio palestino de Salud.
El ejército no respondió en un primer momento a una petición de comentarios sobre el incidente. Los soldados han buscado estos días a los agresores que mataron a dos hermanas israelíes el viernes, aunque no estaba claro en un primer momento si había relación entre los dos sucesos.