AGUAS CALIENTES, CUSCO.- Perú— Escondida en lo alto de dos montañas entre la cordillera de los Andes y la Selva Amazónica, se visualiza calmada y a la vez imponente. Impresionante y mágica, pero sobre todo llena de historia, la incomparable ciudad de MachuPicchu.
A veces, en mis sueños locos por conocer a este templo, solía leer muchos artículos y textos de los viajeros en YouTube, Instagram y Tictoc; todos me maravillaban. Pero estando a unos simples pasos en el medio de estas enormes montañas y metida de lleno en las terrazas de MachuPicchu, su belleza y esplendor fue mucho más sorprendente.
Ese color verde tan natural que combina con el paisaje. El olor a tierra húmeda que conecta con ese sabor sin descubrir de una raza que nos lego un tiempo y que ahora disfrutamos, deja al visitante en la piel de los Incas. A esto lo he llamado “asombroso”.
Aquí llueve siempre. Nos levantamos a las 5 de la mañana y al mirar por la ventana del hotel, -uffff- llovía a cántaros. «No nos desanimemos, le dije a mis compañeras de viaje Anyella y Yubelkis» . Y de prisa nos vestimos, fuimos a desayunar y salimos rumbo a la parada de autobuses, pues nuestro tiket para subir a la montaña era de las 8 de la mañana y el guía nos explicó que teníamos que llegar al menos media hora antes.
Nos colocamos en la fila. Pasaporte en mano y ticket. Una chica revisa que el pasaporte y el ticket tengan el mismo nombre y luego pasa el ticket por su máquina. Lista para subir.
En total hay 25 autobuses. Todos del mismo color y capacidad. Quien no este autorizado para subir a la montaña, no puede hacerlo. El trayecto es de media hora aproximadamente. El viaje es entre montañas, curvas extremas y precipicios impresionantes. Aún así, me sentí muy segura y disfruté al Máximo esos lugares que son únicos e irrepetibles. La llovizna, esos arboles tan robustos que no les ve el fin. Ese rio tan caudaloso y esa neblina que aún con su blancura nos permitió ver tan de cerca las nubes.
Para entrar al santuario tienes que volver a presentar tu pasaporte y el ticket de entrada. Aquí si, ya se inicia nuestro caminar, ya sin llovizna y mientras subíamos cada vez más el entorno se ponía más claro y el Sol comenzaba a darnos un panorama limpio para poder observarlo mejor.
Para entender esta historia de los Incas y MachuPicchu nuestro guía Diego Choque García, -por cierto agradecer todas sus respuestas a nuestras preguntas- en el recorrido nos iba mostrando y contando, todo lo que en sí es esta ciudad; y el porqué es una de las 7 maravillas del mundo moderno.
“La ciudadela Inca de MachuPicchu fue elegida como una de las 7 maravillas por la imponencia y belleza de todo el conjunto arqueológico. Los Incas construyeron esta ciudad con una espectacular muestra de organización, arquitectura e ingeniería”, dice Diego, para luego expresar que lo más asombroso a lo que han llegado los expertos que han estudiado por años estos lugares, es que las piedras que utilizaron aún a ciencias cierta no se sabe como lograron subirla hasta la cima de la montaña.
A Diego le pregunté ¿Y cómo supieron que esta ciudad se llamaba MachuPicchu?. “No, aún en medio de tantas investigaciones a través de años, no se ha podido descubrir como le llamaban los pobladores Incas a esta ciudad. Después de descubierta por el explorador estadounidense Hiram Bingham el 24 de julio de 1911, como estaba en medio de las montañas MachuPicchu y Huayna Picchu, le llamaron MachuPicchu”.
Localizada en la provincia de Urubamba, en Cusco, científicamente se ha comprobado que fue construida en el siglo XV complemente de piedra y al pasearse por todo el entorno se nota alrededor de 150 edificios que “caramba”, a uno hasta se le eriza la piel y surgen preguntas en demasía.
¿Cómo hicieron eso?, ¿Cómo cargaron las piedras y las tallaron tan perfectamente?, ¿Cómo lograron sincronizar las construcciones con la salida y puesta del Sol?
Y quizás algo más increíble, -bueno al menos para mí- Su ubicación. Con fantásticos paisajes, en una llanura en medio de tan impresionantes montañas y esa forma de mostrar la grandeza de los Incas. Son algunas de las tantas preguntas que me hacía durante el recorrido que dura aproximadamente tres horas.
En la caminata el guía Diego nos va mostrando parte de lo que se puede apreciar en la ciudad a lo largo de sus murallas, terrazas, rampas gigantescas, baños, casas, templos y santuarios además de unos 3 mil escalones de piedra que bajan y suben
“La Plaza Sagrada fue el centro más importante de los rituales religiosos en Machu Picchu, al igual que el Templo Principal y la Tumba real. Son los lugares donde los turistas más se quedan a contemplarlas al igual que el Templo del Cóndor, lugar que alberga en su interior una gran roca en forma de esta ave andina símbolo del poder y la fertilidad”, nos dice el guía.
Luego llega el turno de conocer El Intihuatana; una escultura monolítica más conocida de MachuPicchu. Era utilizado como calendario astronómico para medir el tiempo. Observamos también el Templo del Sol. Recinto sagrado que servía para la adoración y culto del Dios Sol. Solo ingresaban los sacerdotes y la élite del Imperio y El Templo de las 3 Ventanas.
Un paseo inigualable y mágico que se quedará en mi mente y en mi corazón. MachuPicchu es hoy Patrimonio de la Humanidad y orgullo del Perú.
FLORA Y FAUNA
Debido a su ubicación, MachuPicchu conserva una variedad de Flora y Fauna que la hace mucho más interesante.
UN MUNDO DE ORQUÍDEAS
Aquí, en este lugar hay orquídeas por todos lados. A los que aman a las Orquídeas se van a quedar maravillados por sus colores y belleza. Aquí en MachuPicchu se han registrado 370 tipos, lo que equivale al 20 % de las especies identificadas en Perú.
HISTORIA DE MACHUPICCHU
El inca Pachacutec, el constructor de MachuPicchu
Debido a su estratégica ubicación en la cima de una alta montaña, existen diversas teorías sobre lo que pudo significar para los incas. Unas sostienen que fue construido como un gran mausoleo para el inca Pachacútec, mientras que otras afirman que fue un importante centro administrativo y agrícola cuyas zonas de cultivo sirvieron para el sustento de sus habitantes. Sin embargo, también se considera que fue utilizado como un necesario nexo entre los Andes y la Amazonía peruana o como una residencia de descanso para el gobernador inca.
Lo cierto es que MachuPicchu conforma uno de los más grandes símbolos detrás de lo que fue la impresionante arquitectura e ingeniería del Imperio Inca. Si bien su origen aún es objeto de estudio, el valor y trascendencia que representó en su época, así como su imponente diseño, le han valido para ser considerada una de las siete maravillas del mundo moderno.
Quizá los incas no hubieran logrado sus grandes conquistas y monumentos arquitectónicos sin la existencia de su emperador Pachacutec. Durante el siglo XV, este gobernante inca logró vencer a sus enemigos chancas. Luego expandió las fronteras de su reino transformándolo en el más grande imperio de Sudamérica. Bajo su poder, reformó el estado, construyó caminos, ciudades, templos y monumentos tan increíbles como MachuPicchu. Todos los cronistas coinciden en que fue el más grande emperador que existió en el incanato.