Para este día tan especial, Iker y Sara se pusieron de lo más elegantes. La guapa periodista escogió un vestido color crema con cuello de barco y manga francesa, entallado a la cintura y por encima de la rodilla de la firma Dolores Promesas, y salones de LODI. Además llevaba bolso gris de cadena y, como suele ser habitual, la melena suelta. El futbolista, por su parte, llevó traje azul con una corbata ancha a juego y zapatos negros. El pequeño Martín, que a su corta edad se ha convertido en un niño muy despierto y risueño, vestía un conjuntito blanco angelical.
El futbolista se mostró muy pendiente de su familia, ayudando a meter la sillita de su hijo en el maletero del coche y llevando las bolsas con los regalos que los invitados les hicieron. Entre ellos, pudimos ver a José Luis Casillas y María del Carmen Fernández, padres de Iker, a su abuela, a su hermano Unai, y a Irene, hermana de Sara. Unai e Irene ejercieron de padrinos del pequeño Martín. Su bella mamá no paró de sonreír en ningún momento, mientras que su orgulloso papá se deshacía en mimos y carantoñas con él.
El portero y la periodista apuran los últimos días libres que les quedan antes de reincorporarse de nuevo al trabajo. A Casillas, que acaba de conseguir la décima Copa Champions con el Real Madrid, le espera un mes decisivo como guardameta de la Selección Española, que se enfrenta a 31 selecciones de todo el mundo en el Mundial.
Dentro de pocos días retomará los entrenamientos junto a sus compañeros. En Brasil contará con el apoyo incondicional de Sara, que viajará acompañando a la Selección para retransmitir los encuentros con el equipo de Mediaset.