LAS TABLAS, Baní, República Dominicana. Con unas vistas espectaculares a las montañas y al mar en Baní, se visualiza eterno y gigante, sobre una gran roca, el Santuario San Martín de Porres, al que peregrinan cientos de personas cada año, no solo para hacer turismo interno, sino para venerar al santo y pedir un milagro.
Hecho a mano y de piedras, esta gruta fue idea del padre Roberto Hymusskm, quien por sus más 15 años de labor pastoral, entendía que tenía que dejar como legado al pueblo de Baní, una casa a San Martín de Porres, su santo predilecto.
Es así que a principios de los años 1977 y con la ayuda de hombres y mujeres de las comunidades de Matanzas y de Las Tablas comenzó a hacer realidad su sueño, en una colina de más o menos 10 metros de altura, desde donde se puede ver el extenso panorama del poblado de Baní y todo un inconfundible bosque subtropical lleno de cambrones, cayucos, guasábaras y muchas otras especies propias de zonas secas.
Dentro de la capilla, la figura de San Martín de Porres, entre pequeñas piedras, es esencial, al lado de la Virgen de Fátima y la Virgen de la Altagracia.
Tanto Dinorah Arias como Héctor Arias explican que la obra fue levantada entre el 1977 y 1978 por Félix Barrías Díaz quien sin ser albañil, logró una estructura rustica y atractiva.
“Este santuario es venerado por los banilejos y mucha gente que viene de todas partes”, dicen.
Y aclaran que tristemente la pandemia y los problemas económicos lo tienen abandonado, aparte de que no reciben ninguna ayuda de ninguna entidad estatal.
“No tenemos ayuda. Somos nosotros que le damos mantenimiento y por eso ustedes que están aquí, corran la voz porque necesitamos ayuda del gobierno porque este santuario es una joya en el país”, manifiesta Héctor.
En sí mismo, el santuario esta compuesto por una cruz en su cúpula más alta. Ochenta escalones en cada lado, por el que puede subir hasta la cima de la estructura de piedra, que es un esfuerzo por valorar y destacar al santo y un memorial donde están representados sus dones.
Los devotos hacen el vía crucis allí, en cuaresma, ya que las estaciones están representadas a todo lo largo del santuario.
Los comunitarios Dinorah y Héctor Arias, también nos cuentan que como existe un área en forma de capilla, con asientos y el altar, éste ha sido escenario de actos religiosos, misas y bodas.
En la parte interior de la gruta, al pie de la capilla, hay un cañón de la gesta independentista contra Haití,
El día 3 noviembre el día de San Martín de Porres, es visitado por más 3 mil personas procedentes de diversos lugares del país.
MIRADA:
San Martín de Porres nació en Lima. Perú, en 1579. Era hijo del burgalés Juan de Porres y de Ana Velázquez, negra libre de Panamá. A los 15 años logró ingresar en el Convento de Santo Domingo. Como a los mulatos les tenían mucha desconfianza, fue admitido solamente como “donado”, o sea un servicial de la comunidad. Así vivió nueve años, practicando los oficios más humildes y siendo el último de todos. Fue admitido como hermano de la orden en 1603.